Hay muchas responsabilidades involucradas en el proceso de adquirir una nueva vivienda, sin duda alguna en un evento en nuestras vidas lleno de emoción, incertidumbre y mucha felicidad, y es a veces en esa mezcla de emociones que perdemos noción de algunos detalles que no parecen muy importantes, pero, sin embargo, lo son.  

Uno de esos detalles que siempre se nos va de las manos es el de la notificación de nuestro cambio de residencia, tanto a amigos, familiares como instituciones bancarias y gubernamentales.   

Puede ser un proceso tedioso, algo que queremos evitar hasta el final, pero esto no solo ayudará a que el banco nos siga haciendo llegar las notificaciones crediticias que tanto nos entusiasman, sino que, en caso de un siniestro o algún evento inesperado, se nos pueda localizar de forma inmediata.  

Así que recuerda, que tus familiares y amigos cercanos, sepan tu nueva dirección no solo servirá para organizar las próximas carnitas asadas, sino que en caso de hospitalización o un accidente, ellos puedan ir a tu vivienda por documentos importantes o en caso de tener mascotas, de poder acceder a tu hogar para cuidar de ellas mientras tanto.  

Tampoco olvides cambiar tu dirección en las tiendas virtuales a las que accedes con mayor frecuencia, no querrás que, en un descuido, hagas llegar tu paquete a la persona equivocada.  

También procura cambiar tu dirección en aplicaciones de servicios a domicilio, así como los folios correspondientes a la domiciliación de servicios como luz, agua, gas e internet, pues dudamos que quieras seguir pagando por el consumo de facturas que no te corresponden.  

Tomate tu tiempo, revisa con cuidado todos los cambios que sean necesarios y no los dejes para después.