Hoy en día, los dispositivos móviles forman parte de la rutina diaria de los niños. Sin embargo, su uso excesivo puede restar tiempo al estudio. La clave no es prohibir, sino equilibrar. Aquí algunos consejos prácticos:

1. Establece rutinas claras
   Define horarios de uso del celular o la tablet. Por ejemplo, después de terminar la tarea puede usar el dispositivo por un tiempo limitado.

2. Conviértelo en un reto positivo
   En lugar de decir “no uses el celular”, plantea dinámicas: “cuando acabes tu tarea de matemáticas, vamos a jugar juntos un juego de mesa” o “hagamos una lectura en voz alta antes de cenar”.

3. Usa la tecnología a favor del aprendizaje
   Hay aplicaciones educativas de matemáticas, lectura o idiomas que pueden sustituir el tiempo de ocio en pantalla por aprendizaje interactivo.

4. Crea espacios de estudio dinámico
   Experimenta con técnicas como mapas mentales, tarjetas didácticas o juegos de preguntas. Estas herramientas hacen que el estudio sea más divertido y menos tedioso.

5. Da el ejemplo
   Si los papás también establecen límites con el celular, los hijos entienden que no se trata de un castigo, sino de un hábito saludable.

De esta forma, el tiempo frente a los dispositivos no se percibe como un castigo, sino como parte de un equilibrio que impulsa el aprendizaje